El mercado laboral en España, algunas cuestiones.

El mercado laboral español , es uno de los mercados más rígidos de los que existen en el mundo.
Queda claro, que la estructura del mercado laboral, es decir el sistema de contratación, las formalidades necesarias para realizarlos, los costes de contratación, los tipos de contratos, las indemnizaciones para los despidos, los costes de seguridad social; todos ellos suponen unos condicionantes que afectan de una forma determinante a la vida económica y a la economía.
Por otro lado, los formatos de cotización a la seguridad social, las cuotas de estas y los derechos y coberturas sociales, suponen un elemento indispensable de adecuar a las exigencias de la economía y de la competitividad empresarial.
En cuanto a los sistemas de cotización destacan los siguientes:
Régimen general , contrato por cuenta ajena por excelencia.
Régimen especial agrario, un formato para el profesional de la agricultura , pero con cuotas bajas y prestaciones claramente insuficientes.
Régimen especial de trabajadores autónomos , régimen de alta implantación profesional y empresarial, con una clara insuficiencia en cuanto a sus coberturas, y con un coste que aproximándose al régimen general , no justifica las grandes diferencias existentes con éste.
Régimen especial de empleados del hogar, dedicado a los trabajadores del hogar y con un sistema de coberturas y prestaciones muy deficientes
Régimen especial de la Minería del Carbón, dedicada al mundo minero, con un sistema que se aproxima a un mundo minero con unos toques de nostalgia , que abandonan la realidad actual del sector.
Régimen especial de Trabajadores del Mar, otro régimen especial dedicado a la gente de la mar y con coberturas y prestaciones también muy deficientes.

Llama la atención el tratamiento de especiales o anómalos que dedica a los regímenes de los autónomos, del hogar, la minería o el mar.
No obstante es un sistema de cotización de una vida laboral que nace en la época franquista y que se ha visto sometido a reformas muy tímidas por lo que no se ajusta muy bien al sistema laboral.
Qué duda cabe, que es merecedor de una revisión, que ajuste más las cuotas a las realidades que contempla y donde se unifiquen las coberturas asistenciales.
Así queda claro que es interesante adecuar el mercado laboral a la nueva realidad laboral.
En especial, si nos remitimos al derecho comparado, vemos que nos encontramos con un sistema laboral excesivamente rígido y con un despido excepcionalmente caro en relación con nuestros vecinos.
Todo indica que se debe de reformar el mercado laboral para poder actualizar la contratación a las exigencias económicas, intentando salvaguardar a máximo las coberturas y prestaciones.

No se trata sólo del régimen general, sino que el resto de regímenes laborales se deberían de unificar y diversificar a través de los sistemas tipo o de contratación, ajustándose a unos requisitos menos rígidos y encorsetados.
En cuanto al régimen general, se deberían de modificar la diversidad de tipos de contrato y ajustar las indemnizaciones a aspectos más adecuados a las necesidades del mercado.
Sin embargo, esta reforma no está exenta de complicaciones y oposiciones claras que pueden mostrar, sin dudas, los sindicatos.